El Certificado de Eficiencia Energética (CEE) ha adquirido cierta notoriedad en los últimos años gracias a su carácter obligatorio en ventas y alquileres de pisos. Este documento, también conocido como Certificado Energético, es un requisito obligatorio que brinda información sobre la eficiencia energética de un inmueble y su impacto en el consumo de energía y las emisiones de carbono.
De hecho, es el instrumento para conocer cómo se aprovecha la energía generada en los domicilios, mostrando de una manera gráfica los diferentes niveles de eficiencia posibles y cuál es el que posee el inmueble certificado.
¿Qué son el Certificado Energético y la Etiqueta energética?
El Certificado de Eficiencia Energética es un informe técnico que evalúa y califica la eficiencia energética de un edificio o vivienda, asignándole una etiqueta energética, similar a la que se encuentra en electrodomésticos. Esta etiqueta va desde la A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente), lo que permite a los posibles compradores o inquilinos comprender de manera rápida y sencilla cómo de eficiente es la vivienda en términos energéticos. Asimismo, muestra colores identificativos de los niveles de forma progresiva: la A corresponde al verde más oscuro y la G al rojo e indica el consumo energético que tiene la vivienda de electricidad, gas y otros servicios asociados.
Requisitos Legales
En España, el Certificado Energético es obligatorio tanto para la venta como para el alquiler de viviendas. La normativa exige que los propietarios de viviendas tengan este certificado en vigor antes de anunciar la propiedad en el mercado e incluirla en cualquier anuncio. La falta de un Certificado Energético válido puede ocasionar sanciones económicas.
Así, el Real Decreto 390/2021, de 1 de junio, por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios, en su artículo 15.2 nos indica:
La etiqueta de eficiencia energética se incluirá en toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o arrendamiento del edificio o de parte del mismo. Deberá figurar siempre en la etiqueta de eficiencia energética, de forma clara e inequívoca, si se refiere al certificado de eficiencia energética de proyecto, de obra terminada o de edificio existente.
Por consiguiente, no es legal la cita que se puede contemplar en muchos anuncios de las plataformas inmobiliarias que rezan «certificado energético en preparación».
Ventajas en la venta y alquiler de pisos
Para los vendedores de casas en España, el Certificado Energético puede influir en varios aspectos:
- Valor de la propiedad: Una vivienda con una calificación energética alta (A o B) generalmente se considera más valiosa en el mercado, ya que implica costos de energía más bajos para los futuros propietarios.
- Facilita la venta: El Certificado Energético brinda a los compradores información transparente sobre la eficiencia energética, lo que puede acelerar el proceso de venta al permitir una toma de decisiones más informada.
- Cumplimiento legal: No tener un Certificado Energético válido puede retrasar o incluso impedir la venta de una propiedad. De hecho es obligatorio en el acto notarial de firma de escrituras.
En el caso del alquiler de casas en España, el Certificado Energético también juega un papel importante:
- Selección de inquilinos: Los inquilinos cada vez son más conscientes de los costos de energía, por lo que una calificación energética baja podría disuadir a posibles arrendatarios.
- Fijación del precio de alquiler: La eficiencia energética puede influir en el precio de alquiler. Una vivienda eficiente permite a los propietarios cobrar un alquiler ligeramente más alto, dadas las ventajas de ahorro y bienestar que conlleva.
- Responsabilidades del arrendador: Es responsabilidad del arrendador proporcionar el Certificado Energético al inquilino y mantenerlo actualizado.
Cómo obtener un Certificado Energético
Para obtenerlo, el propietario deberá conectar con una empresa o técnico autorizado (es importante comprobar tal cualificación en vigor). No existen tarifas marcadas para el servicio, por lo que los oferentes pueden cobrar diferentes precios.
El técnico tendrá que realizar un estudio, recopilando información de la vivienda mediante planos, comprobación y observación de las condiciones existentes atendiendo a elementos como aislamiento, condición de muros, ventanas, tipo de calefacción o de refrigeración, orientación, dimensiones, etc.
Según los estudios, aplicará un procedimiento de cálculo para la calificación de eficiencia energética y emitirá el certificado, incluyendo la etiqueta energética.
Como podemos apreciar, el certificado energético, de carácter obligatorio, no es complicado de conseguir. La única desventaja posible es el resultado del certificado, que puede asignar a nuestro inmueble una eficiencia baja, con las dificultades a la hora de vender y sobre todo, de alquilar, que conlleva.