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Vender inversor

Cómo vender un piso a inversores

Vender un piso a inversores suena bien, pero ¿por qué necesitamos que sea un inversor el que nos compre la casa? Existen varias razones:

  • Que el piso tenga un contrato en alquiler en vigor a medio o largo plazo
  • Que nos urja la venta y estemos dispuestos a vender por precio inferior a mercado
  • Que el piso requiera una reforma de grandes dimensiones
  • Que el piso sea sea de reducido tamaño o condiciones complicadas solo apto para alquiler

Si el piso tiene contrato de alquiler

En este caso nuestro punto fuerte es precisamente que ya está alquilado y que los ingresos son seguros. Siempre que tengamos un inquilino cumplidor podemos presentar su evolución de pagos y las garantías adquiridas.

Nuestra labor es doble, pues también debemos informar al inquilino de la intención de vender, acordar con él las horas de visita, y actualizar la información, y por otra parte convencer a los posibles compradores de las bondades del piso.

Insistimos en que nuestra principal baza es que la vivienda obtiene desde el minuto 0 rentabilidad vía alquiler, pero también debemos vender las características normales de ubicación, vecindario, servicios, etc.

Posteriormente a la venta, debemos traspasar el contrato al nuevo propietario que se subrogará en todos los beneficios y obligaciones.

Si urge la venta

Siempre hay inversores dispuestos a cazar gangas provenientes de vendedores con mucha prisa por vender, como por ejemplos los herederos de una casa. No es complicado encontrarlos en anuncios de Internet e incluso en anuncios en la vía pública.

Normalmente pagan entre un 50% y un 60% del valor del mercado a cambio de finalizar la compraventa en unos días, en cuanto el notario esté listo para dar lectura a la escritura pública.

Si el piso necesita una gran reforma

Normalmente las grandes reformas están destinadas a grandes bolsillos. Existen inversores dedicados a comprar, reformar y vender en un breve lapso de tiempo. Esos son nuestro público objetivo y a los que debemos vender las grandes posibilidades que posee nuestro piso.

Incluso no estaría de más encargar un boceto de cómo quedaría el inmueble una vez reformado, dejando, claro está, libertad al comprador para que haga lo que quiera una vez transmitida la vivienda.

Si el piso es pequeño o con características especiales

En este caso, cuando el piso es pequeño, muy interior o muy obscuro, imaginamos que solo lo va a comprar un inversor con destino a alquiler, ya que no es habitable a largo plazo para una familia. Pero todo depende del precio, nos lo puede comprar cualquier persona siempre y cuando el precio esté acorde con las condiciones y características del inmueble.

Se trata por ejemplo de pisos en altura pero sin ascensor, buhardillas poco aprovechables, pisos o estudios pequeños, inmuebles en edificios deteriorados, etc.

Estas viviendas, como decimos, deben ser compensadas en el precio de venta. Pero no por ello son complicadas de vender en ciudades como Madrid donde la oferta en algunos barrios escasea. Todo es cuestión de encontrar al inversor adecuado que lo destine en un futuro al alquiler, ya que no sería apto para formar un hogar estable.

En suma, los inversores no son generosos benefactores que quieran hacer obras de caridad. Muy al contrario, necesitan unas expectativas de rentabilidad. Debemos encontrar el comprador adecuado por todas las vías.

 


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