Los datos económicos de España no son demasiado positivos. Aunque las administraciones públicas nos presenten datos esperanzadores, es necesario atender a los valores agregados de todas las estadísticas. Y estos datos nos indican que la economía no evoluciona de manera positiva: inflacción, deuda, inversiones públicas poco eficaces, altos tipos de interés, desempleo escondido en forma de contratos discontínuos, etc.
Además, la crisis energética que se está experimentando en toda Europa está teniendo repercusiones directas en España. Los altos precios de la energía están impactando a los hogares y las empresas, lo que reduce aún más la capacidad de inversión y afecta la demanda en el mercado inmobiliario. La incertidumbre económica en su conjunto está llevando a la postergación de decisiones de compra importantes, incluidas las relacionadas con la adquisición de viviendas.
La situación en el sector inmobiliario se ve arrastrada por la situación macroeconómica y comenzamos una fase en la que los precios caen en muchas zonas, y se ralentizan en otras.
Ralentización del mercado
Según el Instituto Nacional de Estadística, la compraventa de viviendas en España descendió en julio un 10,5% respecto a julio de 2022. Se marca tendencia ya que el descenso de junio a junio fue de de 6,4 puntos.
Por su parte, el euribor está marcando máximos históricos en la serie de quince años alcanzando 4,2 puntos. En esta situación se dan dos circunstancias: el encarecimiento de las hipotecas y a la vez, la restricción de los bancos a concederlas.
La consecuencia es que, en esta etapa actual, la compra de vivienda se traslada hacia el inversor con liquidez y hacia los compradores de casas que no necesitan financiación, o la necesitan en bajo porcentaje respecto al valor total del inmueble.
Precisamente, los inversores aún esperan una bajada de precios sustancial y por tanto, aún se resisten a poner aún el grueso de su dinero en el mercado.
Los analistas, que ya descontaron este escenario, se reafirman en una evolución negativa de los precios de la vivienda después de esta ralentización.
La situación en Madrid
La ciudad de Madrid no ha entrado aún en una fase aguda de ralentización de precios, pero existen datos que indican que no tardará en producirse. Una zona con alto dinamismo inmobiliario como es la del Puente de Vallecas ha descendido sus precios medios por metro cuadrado en un 5,9%.
Aún así, la situación de Madrid tiene visos de no seguir la estela marcada por el resto del país. Los inversores siguen apostando por la capital de España, y la inversión empresarial, que es la presala de la inmobilaria, goza de buena salud.
Los expertos recomiendan, en este escenario, apostar por la obra nueva que está en marcha actualmente en Madrid, en zonas con buenas perspectivas de de crecimiento y de revalorización, como Madrid Nuevo Norte. Los datos indican que la oferta aún es insuficiente para cubrir la alta demanda de la ciudad como zona de crecimiento poblacional positivo.
Las casas de lujo, las viviendas premium, siempre se sitúan como un refugio seguro en las épocas de crisis. Madrid no defrauda en la calidad de sus edificiaciones de alto standing nuevas y antiguas de la ciudad.